“He dimitido por una cuestión humana que tiene que ver con las personas que han sufrido”
Guillermo Zapata interviene en Carne Cruda después de presentar su dimisión como concejal de cultura por Ahora Madrid.
Fotografía de Elvira Megías
Guillermo Zapata asegura que no fue difícil tomar la decisión y que lo hizo tras una conversación con Manuela Carmena, actual alcaldesa de Madrid, al entender que iba a estar permanentemente juzgado por la polémica y no iba a permitir que el desarrollo de su trabajo como concejal de cultura fuese el correcto.
Ha marcado la línea entre los comentarios que tienen que producen dolor, como pudieron ser los suyos y aquellos que tienen que ver con críticas políticas, “esos son legítimos”. Y ya ha comenzado a trabajar en su junta de distrito.
Considera que la reacción de una parte de la oposición responde a una “percepción de que que lo que está sucediendo es algo anómalo y no es posible”.
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Pilar Gómez
16 junio, 2015 a 1:45 pm
Por favor transmitidle a Guillermo Zapata mi solidaridad, es indecente la que están montando, un chiste no ha matado jamás a nadie. Ojalá se hubieran plantado sus compañeros y sostenido el debate, no es bueno adaptarse a las exigencias del adversario porque lo que pretende el dicho adversario es decretar sobre qué y sobre qúe no es posible bromear, ergo decretar qué tiene existencia y qué hay que eliminar. Supongo que lo estará pasando muy mal, le mando un fuerte abrazo, que siempre viene bien.
Pati
16 junio, 2015 a 4:05 pm
Me ha gustado mucho la entrevista y, más aún las explicaciones y la actitud de Guillermo Zapata. Lo que ha hecho y como lo ha hecho, es perfecto. Gracias Guillermo! Seguiremos apoyando
Rafael Alvaro
16 junio, 2015 a 4:13 pm
Animo Guillermo y a trabajar por un Madrid mejor
Angels
16 junio, 2015 a 4:33 pm
Vaya, no recuerdo que cuando se le ocurrió emitir los tuits sobre los judíos en un cenicero y otros semejantes dejara de hacerlo por una cuestión humana que tiene que ver con las personas que han sufrido. Este chiste del cenicero es un clásico, pero lo que es indecente es que se cuenten chistes de esta clase; el solo hecho de hacerlo muestra tan poca calidad humana que este señor se merece el despido, sobre todo para desanimar a otros. De todos modos no es el único que merece ese destino: los catalanes sabemos muy bien qué clase de porquería puede meterse en un tuit.