La industria del porno en España
Un productor, un director de porno, una actriz, un locutor de radio online erótica son los protagonistas del reportaje de El Extrarradio sobre las interioridades de la industria española de la pornografía. ¡Espía por la mirilla!
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Josepo
2 junio, 2015 a 5:15 am
Hola señores, soy un orgulloso productor de Carne Cruda.
Os escucho ávidamente desde NY cada semana y os doy la enhorabuena por tratar temas tan acertados de manera tan profunda. Sobre todo esto, tratar un tema durante buenos 45 minutos o más, con diversidad de voces…
Pero el programa del jueves pasado sobre la pornografía no me ha gustado nada. Me parece que lo habéis tratado de una manera de los más superficial y simplona. Es cierto que la parte de El Extrarradio no era vuestra.
Quizás la entrevista fue lo más interesante, a pesar de que la chica era de lo más repelente, condescendiente y pedante. Eso es ella, no vosotros, obviamente. Pero no le quito valor como opinión de una protagonista de “la industria”, con sus propias opiniones, y además que es una excepción dentro de la realidad de la industria de la pornografía.
Creo que la idea de que la pornografía es algo para atrevidos, picantones y desinhibdos ha quedado bastante obsoleta.
La pornografía es lo contrario, lo opuesto al amor. Y no hablo del puritanismo, la moralidad y el conservadurismo. Os habla un drogota y un vicioso empedernido.
Creo que para tratar este tema con profundidad habría que incluir voces críticas. Voces que hacen un análisis crítico de este fenómeno y cómo afecta a la masculinidad (los hombres son el 95 por ciento de los que la utilizan), a la sexualidad y a las relaciones entre hombres y mujeres en el presente.
Hay muchos académicos y escritores que abordan este fenómeno desde la serenidad y el rigor académico. Gail Dines, Chris Hedges o Robert Jensen son algunos. Foster Wallace escribió un ensayo sobre el porno también.
Hubo una peli hace un par de años: Don Jon, con Scarlett Johanson, que explica la realidad de la pornografía. De cómo un chico es incapaz de intimar con mujeres a causa de su adicción al porno. El porno, aísla y aleja a los hombres de las mujeres. Yo ya ni lo miro, me fastidia y no me gusta. Y me fastidia esta narrativa de los estereotipos y prejuicios, como si por ser crítico uno es un aburrido o un conservador. Este debate es falso. No creo que a ninguna novia le guste ver a su chico pajearse con el ordenador. Si claro, hay parejas que tal y tal…
Creo que hay que superar esa dicotomía entre libertad de expresión y censura. Hay que ir más allá. En Reino Unido han planteado filtrar internet de contendos para adultos, para evitar que niños de 11 años que quieren ver una teta empiecen a consumir contenidos hardcore que además no tienen nada que ver con el sexo real y no digamos con el amor, el amor verdadero. Y no me tachéis de puritano y moralista por favor.
En Estados Unidos, que para bien y para mal siempre va por delante en todo, hay foros llenos de chicos y hombres contando todo tipo de historias sobre cómo no pueden dejar de consumir pornografía porque están completamente adictos, hay TED Talks hablando sobre el tema ( https://www.youtube.com/watch?v=gRJ_QfP2mhU&safe=active ), hay todo tipo de campañas -alejadas de la religión y el puritanismo, repito- de gente que está dando la voz de alarma sobre este fenómeno único en la hstoria humana y que está perjudicando a millones de personas, la BBC también ha hecho documentales con espíritu crítico. Más allá de los tópicos del caliente, soltarse, dejar atrás los prejuicios… bla bla, eso ya no funciona.
Me he leído ochenta libros sobre el tema, soy ateo, consumo drogas, he tenido relaciones sanas, tengo estudios, soy progresista, radical, grunge, metalero, trancero y lector empedernido. Esto no es una lección moral simplona y conservadora!
Habéis sido más crítico con Podemos que con este tema, salvando las distancias entre las materias, obviamente.
Ya con Torbe ni me meto.
Creo que habéis abordado un problema del siglo XXI con mentalidad del interviú de los 90.
Se os quiere y por eso os escribo.
Saludos afetuosos.